Aprendamos sobre el hombre llamado el padre de nuestra fe. Un día Dios llamó a Abraham a abandonar la ciudad de su padre y seguir a Dios, y Abraham obedeció.
Abraham y su esposa no podían tener hijos. En uno de los momentos más importantes de su vida, Dios le prometió que tendría un hijo a pesar de ser tan viejo. No solo eso, ¡sino que sus descendientes se convertirían en una gran nación y el mundo entero sería bendecido a través de él! Abraham creyó a Dios y Dios lo llamó justicia.
Años más tarde, Abraham y Sara tuvieron un niño llamado Isaac. ¡Años después de eso, Dios le pidió a Abraham que sacrifi cara a su propio hijo, a su precioso niño que tanto amó y quien fue la promesa cumplida por Dios a Abraham! Dios tenía en mente salvar a Isaac, pero aún no le había dicho a Abraham. Dios esperó para ver cuánto le amaba Abraham. A veces Dios tiene grandes planes para nuestras vidas, pero antes de que se hagan realidad, llega una prueba. Dios quiere saber cuánto lo amamos.
¿Qué es lo que Dios te está pidiendo hoy?
A veces es algo malo que necesitas cambiar como un mal hábito, un amigo que es una mala influencia, dejar de mentir o robar, o hacer tareas domésticas para tu madre. No siempre es malo, sin embargo, el hijo de Abraham, Isaac, no era malo.
Algunas veces es algo bueno que compite con tu amor por Dios. A algunas personas, Dios les pide que renuncien a la educación superior porque quieren un título importante, para otros es continuar la educación superior cuando no quieren.
Podría ser un instrumento musical, un enamoramiento (alguien que te gusta), o un dibujo animado favorito. Muchos cristianos no están dispuestos a renunciar a algo, y permanecen estancados en su fe y dejan de crecer, como Peppy, que estudió el tema equivocado para la prueba. Cuando llegue el momento de elegir Dios o alguna otra cosa, ¿cuál elegirás?
Abraham eligió obedecer a Dios en esta cosa increíblemente difícil. Caminó con Isaac hasta la cima de la montaña, lo ató y lo puso en un altar. Justo cuando Abraham estaba a punto de matar a Isaac con un cuchillo, ¡Dios lo detuvo! Dios le mostró un carnero atrapado en un arbusto cercano así que lo ofrecieron a cambio. Pero estaba claro que Abraham amaba a Dios más que cualquier otra cosa en el mundo. Dios hizo algo similar cuando envió a su propio hijo Jesucristo para morir en nuestro lugar. Jesús dijo eso en todo, debemos hacer por otros lo que queremos hagan por nosotros (Mateo 7:12) luego puso en práctica sus propias palabras al darnos su vida. Dios nos dio todo lo que tenía, y nos pide que hagamos lo mismo por él. Amo a Dios más que cualquier otra cosa en el mundo entero, y elijo darle todo lo que Él me pida.
ME ENCANTO !!!! DIOS LOS BENDIGA!
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